“La cuenca lechera viene manteniendo a duras penas su volumen de producción, que ronda los 70.000 litros diarios”. La declaración pertenece al ministro de Producción de Tucumán, Luis Fernández, que fue consultado por LA GACETA sobre el funcionamiento del polo lácteo de Trancas. Al respecto, explicó que el sector se encuentra en “una meseta” desde antes de la pandemia. “Ni sube ni baja. Teniendo en cuenta las condiciones actuales, es una buena noticia”, examinó el funcionario.
Las leches tranqueñas son comercializadas en la Patagonia y Salta, y son industrializadas en Tucumán para fabricar quesos y yogures. “Nuestros últimos relevamientos indican que llegamos a los 80.000 litros diarios en la cuenca. La producción es normal, nunca se paró por la cuarentena”, se explayó, por su parte, Belén Martínez. Ella es ingeniera zootecnista y trabaja en el equipo de desarrollo de la planta de pasteurización La Overita, que funciona en el ámbito de la municipalidad de Trancas. La procesadora se puso en marcha a principios de julio y abastece de leche a comedores del departamento norteño. “Nuestra producción va a ser de 3.000 litros semanales aproximadamente. Hoy estamos en 500 litros por semana y trabajamos más seguido para llegar en un futuro al resto de la provincia”, expresó Juan José Jorrat, técnico de la Secretaría de Agricultura Familiar, Campesina e Indígena de la Provincia. En diálogo con este diario, el también ingeniero zootecnista especificó que la misión de La Overita es “beneficiar a los pequeños productores y distribuir el producto entre los sectores más vulnerables”. “Es una política social, no apuntamos hacia la venta al público en general para evitar la competencia con otras industrias tucumanas”, aclaró. En ese sentido, consideró que el proyecto nacional que busca gravar con el 10,5% del IVA a las leches frescas sin aditivos -como las que produce esta planta tranqueña y que hoy están exentas del impuesto- no les impactará. “No es un producto con fines comerciales, así que no nos afectaría. Trabajamos con el Ministerio de Desarrollo Social”, dijo Jorrat al ser consultado al respecto.
En La Overita, cuyo edificio perteneció a la Cootam, la leche de los tambos locales es pasteurizada y ensachetada (no tiene conservantes ni se le extrae grasa). Luego, es distribuida por la zona.